Alteraciones de la tiroides.

Alteraciones de la glándula tiroides y su relación con la infertilidad.

Cuando hablamos de alteraciones de la glándula tiroides (o glándula tiroidea), nos referimos a una tiroides que ha variado su actividad hormonal. Esta variación puede ser por exceso, en el caso de la tiroides hiper activa (hipertiroidismo), o por defecto, en el caso de la tiroides hipoactiva (hipotiroidismo).

¿Qué es la glándula tiroides y cuál es su función en el organismo?

Es una glándula neuroendocrina alojada en la parte inferior del cartílago tiroideo, en la parte anterior del cuello.

Su función principal es la de regular nuestro metabolismo celular. Es productora de proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo ante otras hormonas. Por lo tanto, interfiere en cada una de las funciones básicas de nuestro organismo.

Para llevar a cabo la regulación de las funciones metabólicas, la glándula tiroidea requiere de la producción de dos tipos de hormonas fundamentales: la T4 o tiroxina y la T3 o triyodotironina. Estas hormonas son moléculas yodadas con participación funcional muy importante en varios mecanismos del organismo, incluso desde la vida intrauterina. Fundamentales en el desarrollo cognitivo, participan en varios aspectos del metabolismo como la producción de energía y tienen efectos en la fisiología cardiovascular. Además, contribuyen a mantener la función del sistema músculo-esquelético así como el metabolismo óseo, mediante la producción de otra hormona llamada calcitonina.

Glándula tiroides. Fisiología

La T4 es la principal hormona producida por la glándula tiroidea aunque su efectividad sobre el estímulo metabólico es leve. Es por ello que la T4 se convierte en T3, la forma hormonal más activa. La conversión de la T4 en T3 se produce en el hígado principalmente y en otros tejidos. Son muchos los factores que controlan la conversión de la T4 en T3, incluidas las necesidades del organismo en cada momento y el estado de salud de la persona.

La mayor cantidad de T4 y de T3 presentes en el torrente sanguíneo se desplazan unidas a una proteína denominada globulina transportadora de tiroxina. Solo una pequeña parte de T4 y de T3 circulan libremente en la sangre denominadas T3 y T4 libre y éstas se consideran metabólicamente activas.

Para producir hormonas tiroideas se precisa de yodo , un elemento que se encuentra en los alimentos y en el agua. La glándula tiroidea recoge el yodo y lo procesa para transformarlo en hormonas tiroideas T3 y T4. La glándula tiroidea también produce la hormona calcitonina. Ésta, contribuye al fortalecimiento óseo al facilitar la incorporación de calcio en los huesos.

Y te preguntaras… ¿Cómo ajusta el organismo las hormonas tiroideas?

El organismo se sirve de un mecanismo complejo para regular la concentración de las hormonas tiroideas denominado Eje hipotálamo-hipofisiario-tiroideo (H-H-T). En primer lugar, el hipotálamo, ubicado en el cerebro justo encima de la hipófisis (glándula pituitaria), segrega la hormona liberadora de tirotropina TRH, que incita a la hipófisis para que produzca la hormona estimulante del tiroides (TSH o tirotropina). A su vez, tal como su nombre indica, la TSH estimula a la glándula tiroidea para que produzca hormonas tiroideas T4 y T3. La hipófisis retarda o acelera la liberación de TSH, dependiendo de si aumentan o disminuyen las concentraciones de hormonas tiroideas que circulan en la sangre.

Alteraciones de la tiroides. ¿Qué relación existe entre la glándula tiroides y la fertilidad de la mujer?

Las hormonas de la tiroides cumplen una función clave en la función reproductora femenina. Las hormonas tiroideas T4 y T3 trabajan en sinergia con las hormonas ováricas (estrógenos y progesterona). De esta forma, se llevan a cabo correctamente los procesos fisiológicos del sistema reproductor femenino.

Una glándula tiroides que funciona correctamente es esencial para:

  • La ovulación
  • La implantación del óvulo
  • El mantenimiento de un embarazo saludable.

¿Cómo te puede ayudar la medicina integrativa y nutrición Ortomolecular en alteraciones tiroideas?

Las enfermedades tiroideas son una causa de consulta muy frecuente, destacando el hipotiroidismo, el hipertiroidismo y los nódulos tiroideos.

Es frecuente que nuestras pacientes nos pregunten si hay alguna dieta, terapia natural o suplementación con micronutrientes, vitaminas o minerales que pueda mejorar la salud tiroidea.

Antes de realizar una terapia nutricional ortomolecular, deberemos hacer un estudio personalizado sobre el tipo de alteración tiroidea a la cual nos enfrentamos. De este modo, realizaremos planes nutricionales y de suplementación personalizados y adaptados a las necesidades de cada persona.

A tener en cuenta…

Yodo

Puede tener una correcta aplicación en los hipotiroidismos o distiroidismos de base no autoinmune. La dosis recomendada será de entre 150-300mcg/día. A través de la dieta lo podemos encontrar en: sal yodad, algas, algunos cereales, pescado, mariscos y huevos.

 Selenio

Actúa como protector de la glándula tiroides. Existen estudios que demuestran que una dosis de 200mcg/día continuada durante tres meses, reducen los niveles de TSH. A través de la dieta lo podemos encontrar en: nueces de Brasil, atún, ostras, mejillones, sésamo, huevos, arroz integral, maíz, queso y coco.

Hierro

Fundamental en el buen funcionamiento de la tiroperoxidasa (TPO). Una enzima que juega un papel fundamental en la aparición de alteraciones tiroideas de origen autoinmune como la enfermedad de Hashimoto o la de Graves.

La dosis recomendada es de 1-2mg/día de hierro disponible. A través de la dieta lo podemos encontrar en: pescado, carne, huevos, verduras de hoja verde y legumbres. En este caso, deberemos tener en cuenta que la absorción del hierro que obtenemos de alimentos de origen animal (20-30%) será mucho mayor a los de origen vegetal (3-10%). Por lo tanto la dosis diaria total de hierro a administrar variará en función del tipo de dieta de cada persona.

Zinc y Cobre

A día de hoy no hay estudios que avalen con suficiente evidencia que su suplementación favorece la salud de la tiroides por su impacto directo sobre la regulación del eje hipotálamo-hipofisiario-tiroides.  

Sustancias bociógenas

Hay alimentos de origen vegetal que contienen unos compuestos que pueden provocar bocio y trastornos de la glándula tiroides. Estas sustancias son un tipo de antinutrientes (glucosinolato, tiocianato e isotiocianato) que dificultan el aprovechamiento del yodo por el organismo, impidiendo que se pueda utilizar para fabricar hormonas tiroideas.

Los alimentos con antinutrientes bociógenos son principalmente:

  • Crucíferas: col, berza, coles de Bruselas, coliflor, repollo, brócoli.
  • Nabo, semillas de mostaza.
  • Yuca.
  • En menor cantidad: espinacas, zanahoria, rábano.
  • Nueces, piñones, cacahuetes.

La manera de evitar el efecto bociógeno de los vegetales es consumirlos cocinados o fermentados, de esta manera las sustancias perjudiciales desaparecen y nos quedamos con la parte más saludable de los alimentos. Es importante recalcar que el calor destruye por completo este efecto nocivo y que, aunque se sufra de hipotiroidismo no se deben evitar estos alimentos siempre y cuando se consuman cocinados ya que no existe perjuicio para la salud. En el caso de los frutos secos se aconseja tomarlos tostados.

Gluten

Numerosos estudios han demostrado que determinadas alteraciones tiroideas como la Tiroiditis de Hashimoto, suponen un claro aumento de la infiltración linfocitaria de la mucosa del intestino delgado. Pacientes con tiroiditis tienen 1.6 veces más riesgo de padecer celiaquía por verse interferidos procesos autoinmunes. Es por ello que deberemos tener en cuenta el papel del gluten en la dieta de nuestros pacientes.

Alteraciones de la tiroides. Recomendaciones dietéticas.

  • Dieta sin gluten
  • Limitar el consumo de lácteos
  • Eliminar alimentos ricos en azúcar refinado
  • Eliminar las harinas refinadas y la pastelería industrial
  • Evitar carnes ricas en grasas saturadas
  • Consumir pescado blanco y azul de calidad
  • Cocinar los alimentos con cocciones a baja temperatura y saludables. Evitar fritos, horneados a más de 200º y gratinados hasta 150º.
  • Utilizar aceites de primera presión en frío
  • Limitar los productos de conserva
  • No alcohol y tabaco
  • Consumo máximo de sal diaria de 2gr. Preferiblemente tomar sal yodada y baja en sodio

Mire

Todas somos conscientes que la salud es importante, aunque a veces no le damos la transcendencia que se merece hasta que padecemos algún percance. Cuídate y mímate, no hay nadie mejor que tu misma para hacerlo. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.

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